La psicomotricidad desempeña un papel fundamental en el desarrollo integral de niñas y niños. Durante las sesiones, nos enfocamos en el desarrollo de habilidades motoras a través de actividades que promueven la coordinación, el equilibrio, la motricidad y la postura. Este enfoque no solo se limita al aspecto físico, sino que también está estrechamente relacionado con lo cognitivo, pues mediante actividades que requieren seguir instrucciones o resolver problemas, niñas y niños desarrollan habilidades de pensamiento.
Además, las sesiones también abordan lo emocional y social; a través del juego y la cooperación, aprenden a relacionarse con otras personas y a regular sus emociones, lo que contribuye a su autoestima y confianza.
En el ámbito creativo, utilizamos cuentos motores o danza para estimular la imaginación y la creatividad. Así, la psicomotricidad se convierte en una herramienta valiosa para su crecimiento holístico. Fomentamos un enfoque cooperativo y no competitivo en la práctica deportiva, coherente con el resto de la pedagogía Montessori, así como la adquisición y promoción de hábitos de vida saludables.